Editorial

(c) Diseño de portada - Paula Pappalardo



Número 93

QUERIDOS PASAJEROS:

El trencito emprende un nuevo viaje, siempre dispuesto a la tarea de unir diferentes geografías as través de la palabra. Palabra que no reconoce fronteras, que pone un rayo de luz en la oscuridad, que alimenta el amor y la esperanza, que representa deseos, ilusiones, penas y todas las dificultades que nos toca transitar en nuestro cotidiano devenir. Allá vamos entonces !!!!!!

El andén estaba muy animado mientras la locomotora preparaba la partida. Sonó la campana y ascendió en esta ciudad nuestra primera pasajera, quien ya nos acompañó en otro recorrido: OLGA REINOSO. Conocidísima figura de las letras piquenses, amiga, tiene un largo camino transitado. Les recuerdo su biografía. Nació el 25 de mayo de 1951 en Capital Federal, pero transcurrió su infancia en un ignoto pueblo del norte de La Pampa llamado Embajador Martini. Reside en GENERAL PICO (prov. LA PAMPA). Después de recibirse de maestra ingresó en la Universidad Católica de Córdoba donde cursó hasta 5º año de la carrera de Abogacía. En 1977 se estableció en Buenos Aires donde vivió durante 11 años, momento en que regresó a La Pampa y se radicó en General Pico. Escribe poesía desde los 12 años, pero hace poco descubrió placenteramente el cuento y el ensayo. Publicó tres libros de poemas: "Estar con vos" (Rayuela, 1982), "Palabra de mujer" (Pico Duplicaciones, 1991), y "A Quemarropa" (Fondo Editorial Pampeano, 1998). Uno de narrativa “Cuentos con descuento” (Mis Escritos, Buenos Aires, 2007)y una ficción autobiográfica: La Sembradora (Ediciones Llantodemudo, Córdoba, Argentina, 2011) y el Ensayo: “Educar para la Paz: he aquí la cuestión” que fue premiado por el Ministerio de Cultura y Educación de La Pampa con un viaje a Cuba para asistir al Congreso Pedagógico 2001. Tiene dos libros inéditos: “Crímenes impunes y otras maldades” (narrativa) y “Nadie es la patria” (artículos de opinión). Es una de las fundadoras del Grupo de Escritores Piquenses que presidió durante dos años. En julio de 2008 se jubiló como docente del área de Lengua luego de haber trabajado en todos los niveles de la educación (EGB, Polimodal, Adultos). Actualmente es una “Jubilosa jubilada” que sigue dando apoyo escolar, coordina Talleres Literarios y participa en todos los actos culturales a los que se la convoca. Asistió a Talleres Literarios en la Sociedad Argentina de Escritores; y luego con Ester de Izaguirre; Liliana Lukin; Juan Carlos Martini Real. Realizó Cursos sobre narrativa y poesía, con los escritores: Enrique Anderson Imbert; Manuel Mujica Láinez; María Granata; Luisa Mercedes Levinson; Federico Peltzer; Abel Posse. Fue jurado en concursos literarios de diferentes provincias. Participó en la Feria del Libro de Buenos Aires y en el Proyecto “Escritores Pampeanos recorren la provincia”. Coordinó Talleres Literarios en Eduardo Castex, General Pico, Caleufú y Parera. Cursó Narración Oral con Maryta Berenguer y actualmente integra una Red de Cuenta Cuentos con sede en España. Asistió como Ponente a Congresos Internacionales de Escritores en Buenos Aires (Borges y la ética), Puerto Mont (Chile) (Mirta Isabel Amestoy), Montevideo (Uruguay) (Misoginia y literatura), Caracas (Venezuela) (Delmira Agustina), Rancagua (Chile) (El oficio del escritor), Zamora (Michoacán, México) (Recitado de poemas), Bogotá (Colombia) (Ni el lenguaje ni su falta son inocentes) y Panamá (La influencia de las redes sociales en la literatura). Ha obtenido numerosos premios en certámenes de todo el país. Participó en: * Festival Nacional de Teatro 1992- Mar del Plata. * Programas culturales en Radio Belgrano, Radio Municipal y Radio América de Capital Federal. FM Imaginaria, FM Líder y AM Radio 37 de General Pico, La Pampa. * Encuentros Nacionales y Provinciales de escritores. * Feria del Libro. * Poesía Abierta. Fue jurado en concursos literarios de diferentes provincias. Participó en la Feria del Libro de Buenos Aires y en el Proyecto “Escritores Pampeanos recorren la provincia”. Hoy nos deja un cuento que pinta una realidad. ¡Disfrútenlo!
E Mail: literamo25@yahoo.com.ar

EL PECADO 

Isabela estaba aterrada. Sentada en el umbral de la cocina, tiritaba de miedo y de frío. Sus breves cuatro años no sabían qué hacer con la oscuridad de la noche campesina. Ni siquiera se animaba a mirar al cielo para ver si había estrellas y si alguna le guiñaba un ojo.

Tenía ganas de hacer pis, pero no quería moverse. Estaba adherida a la puerta como una enredadera. Sostenía las ganas porque  sabía que ese era el pecado y que por él estaba purgando el castigo. No tenía que hacerse pis, estaba mal, era sucio.

De pronto sintió un ruido. Quedó paralizada, sin aire, mientras un líquido caliente, irreprimible, salía de sus profundidades y surcaba sus piernas desnudas hasta desembocar en los mosaicos formando un triste río de palizas y amenazas.

Su mamá siempre le pegaba cuando amanecía con la cama mojada y le decía cosas feas.

Ella cruzaba sus piernitas y apretaba fuerte, pero el agüita  se escurría igual y ella sabía que la delataría.

Escuchó las llaves de la cerradura y su corazón aterrado dio una vuelta carnero en la pista del pecho.

La figura de su madre, gigante, terrible, se corporizó en el marco.

-      Espero que esta vez te cures para siempre, asquerosa. ¡Ah, no! ¡Te volviste a mear! ¡Inmunda! Si no tenés arreglo, viniste con la cañería rota. Andá corriendo a lavarte. ¡Con agua fría!

Isabela corrió y se encerró en el baño.  Dejó su ropa en un balde y se lavó. Mientras se secaba lloraba sin parar, en silencio. Seguía mojándose. Ella era una gota de agua en busca de un océano que la contuviera.

Cuando salió del baño vio a su papá en el pasillo, tan triste como ella. Corrió a abrazarlo y se colgó de su cuello. Él no dijo nada, solamente le acariciaba el pelo. Ambos escucharon el repiquetear de las chinelas maternas y se abrazaron más fuerte.

-      Dame a esa mocosa que la llevo a dormir y no tanto mimo que es una roñosa, me tiene podrida de lavar sábanas y poner a secar el colchón…

-      ¡No la toques! Yo me ocupo.

-      Ah, jajaja. Era hora de que ocuparas de algo, imbécil.

Isabela recostó su cabeza sobre el hombro varonil, mientras iban a su cuarto.

El papá la acostó y le contó un cuento hasta que se quedó dormida. Soñó que corrían para subir a un tren.

Al día siguiente despertó sequita. Se acurrucó en la cama cuando escuchó pasos. Pero ante su sorpresa,  fue su padre quien abrió la puerta. Parecía otro, estaba vestido para salir. Fue entonces cuando vio las valijas.

El padre dijo:
-      Nos vamos, Isabela.
-      ¿Y mamá? –preguntó ella con temor.
-      Se queda.

Isabela no preguntó más. Le bastaba con saber que esa mujer no los acompañaría. Y se sintió distinta. Sintió que todas sus canillas funcionaban bien.

                                             publicado en “Conglomerado” 

El trencito decidió visitar las serranías cordobesas y fue así que nos encaminamos al encuentro de la siguiente pasajera: LUISA ESTER CARBALLO. Nacida en VILLA TULUMBA (prov. de CÓRDOBA) el 19 de Enero 1938. Actualmente reside en Córdoba capital. Profesora de Economía Doméstica (Instituto Ntra. Señora de la Merced). Especialista en Gestión y Administración de Sistemas Educativos (Universidad de Playa Ancha, Ciencias de la Educación, Valparaíso, Chile). Ha recibido premios en certámenes de poesía en su ciudad natal. Y ha publicado en Antologías de editoriales de su provincia, en el género Narrativa. Trae dos cuentos cortos con interesante desarrollo.
E Mail: luisaester@yahoo.com.ar         

                                                    LOS AMIGOS DE ALFREDO

     No te conviene salir justo cuando viene la tormenta, es peligroso, yo digo por lo que dice la gente, claro, vos no crees pero las cosas suceden- le dijo la mujer a su marido.

     Los truenos y el viento venían rugiendo del sur. Los eucaliptos se hamacaban con violencia y una nube negra como un carro con potros desbocados venía del norte, hasta que se enfrentaron y fue el caos.

        El camino sinuoso que tenía que trazar Alfredo Andina era de extremo a extremo. El chaparrón empezó a cubrir todo.

        Había una desviación posible, pero la mujer también le había advertido que no tome ese camino por las cosas que han ocurrido. Al tornado lo tenía encima. La camioneta se balanceaba de un lado al otro, los surcos que iba abriendo eran cada vez más profundos, para colmos tenía que ir esquivando unos perros que se interpusieron en el camino. Era necesaria mucha paciencia y Alfredo no la tenía.

        Los perros ladraban y lloraban. El barro y las ramas llegaban hasta el chasis y eso bastó para que los canes treparan a la chata.

         Todo era agua y viento por lo que decidió desviar el camino para guarecerse en algún sitio. El viaje ahora sólo era impulsado por encontrar un lugar seguro y una tranquera abierta de par en par se le presentó de repente.

        -Nunca  he visto esta tranquera- dijo, entró y detuvo la chata

         Los perros se descolgaron como si conocieran el lugar, rodearon a Alfredo, ladrido y llanto encaramado con el viento, lo despojaron de todo coraje.

         -Esto aterroriza al más valiente de los humanos-dijo y continuó la marcha. Alfredo se dejó guiar por los perros  que lo sacaron de la huella trazada, cruzaron por una chacra sin sembrado. E l agua  en ese lugar había sido escasa, el viento apenas había arrastrado algunas ramas, por lo que decidió frenar y aguardar un rato

         - Es mejor que regrese- dijo y silbó a los perros.

Sus ojos seguían toda la amplitud de la chacra, los perros habían desparecido de su vista .Insistió con los silbidos, silencio total, ningún sonido de nada se escuchaba.

         - Bueno, yo no los traje, pero nos habíamos hecho amigos- dijo y arrancó

Mientras más avanzaba todo era desconocido. Iba y volvía, una y otra vez, costeando el alambrado y no encontró la tranquera, había desaparecido.

          Ya era boca de noche y la desesperación se apoderó de él, su cuerpo empezó a sentirlo como ausente. Frenó y descendió de la camioneta, las piernas poco le respondían.

          Los perros volvieron agitados lo olfatearon y lamieron sus manos, la vista de Alfredo ya no los percibía.

          En un momento Alfredo soltó un grito y cayó, en el piso otro grito más leve

-¡Virgen Santa!

¿Qué es esto?- alcanzó a decir.

           El cielo tenía un gris negro. Alfredo estaba como conectado en otro espacio en otro lugar. Sus ojos se salieron de sus órbitas, los perros enfurecidos lo desconocieron, se le abalanzaron y quedaron ahí ahuyentando a los cuervos.

                               EL EXTRAÑO EPISODIO DE EUSEBIO CARRERA

     Eusebio tomó el camino de las jarillas sin mayor apuro, vestido con elegancia campesina, saco y botas de cuero tostado, bombacha tableada y sombrero aludo que lucía con aire de patrón.

    Después de cabalgar varias leguas, en busca de buena  hacienda, cansado se descolgó del moro, lo ató en una rama, le liberó el hocico para que pastara y buscó un tronco o piedra para sentarse, mientras desenvolvía la tabaquera para armar un pucho. El paisaje era desamparado y triste. En ese momento, en medio del silencio, una víbora de cascabel  con su escalofriante sonar se arrastraba junto a sus pies. Echó el cuerpo atrás y le arrojó tierra con las botas La víbora agitaba la cabeza para uno y otro lado- pero él la obligó a retirarse al medio de la calle para matarla.

     De repente unas voces en disputa se acercaban y como fantasmas enceguecidos se vieron obligados a frenar ante él, descendieron de sus caballos estos dos hombres con rebencazos, insultos y polvareda.

     Un doradillo y un tobiano quedaron zapateando y abalanzándose en medio de la disputa. En el entrevero, Eusebio, atónito, se abrió paso

     -Oigan- les gritó

     -Hay una víbora encrespada ahí –señalando el suelo

Fue cuando uno de ellos se retorció en un grito, tomándose la cabeza, y cayó.

      El otro montó en el tobiano y torciendo el rumbo, se alejó a toda carrera sin dejar rastros.

     Eusebio echó una mirada en derredor suyo. La víbora había desaparecido.

     Se acercó al hombre que despedía vino pendenciero en su aliento

    -¿Qué pasó amigo? –le preguntó

     Un leve quejido fue la respuesta

A Eusebio le corrió un escalofrío en todo su cuerpo, se quitó el sombrero, le cerró los ojos bañados en sangre por los golpes y se limpió en la ropa.

      Apenado miró al doradillo, le quitó el apero y el freno, le pegó un chirlo en las ancas y montó en su moro, saliendo a tranco largo.

       La luz del sol bostezaba en el horizonte.


Degustamos unos criollitos riquísimos y, ya que estábamos cerca, la locomotora enfiló hacia el aeropuerto de Pajas Blancas, pues había recibido un mensaje de que nuestra próxima pasajera nos esperaba en VENEZUELA. Y hacia allá volamos para recibir a EMILIA MARCANO QUIJADA. Nacida el 27 de Diciembre de 1960 en Ciudad Ojeda estado Zulia, Venezuela. Reside actualmente Nacida en PORLAMAR, Isla MARGARITA (VENEZUELA). Se inició en la poesía de la mano de su madre, Hursulina Quijada de Marcano, admiradora del poeta Juan de Dios Pesa. “Siempre recuerdo como nos recitaba a mis hermanas y a mi todos los poemas que se sabía de memoria. Es de mi madre y de su amor por la poesía que brota desde niña en mi el germen por lo literario”. Escritora por afición Emilia ama la lectura, la buena música y el cine de autor. Su poesía va orientada a lo social, retratos, escenas y personajes ligados a su niñez y vivencias. El año 2005 ingresó a un tratamiento de rehabilitación a la adicción a las drogas que salvó su vida y le dio un nuevo rumbo a su pasión literaria. En Septiembre del 2010 fundó la página de Facebook “El club de las poetisas” que actualmente cuenta con miles de mujeres seguidoras en toda América y Europa. Hoy sigue dedicada de lleno a sus actividades literarias. Nos trae un cuento, reflejo de la cotidianeidad. Espero les guste.
E Mail: emily-1960@hotmail.com emiliamarcano@yahoo.es

TRES DE SANGRE
    Como se queja la gente en los hoteles de mala muerte.

   Que si el estacionamiento, que si las llaves, que si la puta no colabora y en vez de hacer sexo los roba y se larga. Todas las noches hay un rosario de cabrones quejándose por todo. Y pensar que solo van por una hora aspirando echar siete polvos y ni dejan propina, pero no se olvidan de llevarse el jabón y las toallas con olor a lejía.

   - Pancho, apaga el televisor del dieciséis, que al viejo no se le para con las películas!

   - Jajaja.. y como no chico! Trajo 50 gramos de mercancía de la mejor, ya mandó a buscar más cigarrillos. 

  - Vete. Luego revisas el tres. No sé qué pasa con el jodido cuarto ese.

    El aire acondicionado no enfriaba en esa habitación. Pero era el cuarto que más pedían, siempre había parejitas que buscaban el cuarto tres fijo, sobre todo los sábados. Era el único con vista al garaje y el único con ventanas corredizas.

   - Allí están los cigarros del vejete. Voy a ver qué pasa con el aire.

   - Toca primero Pancho eh? Hay un tipo con dos rubias del chino. Y hace media hora que joden.

   Pancho subió las escaleras.  En dos saltos estuvo al frente de la puerta, tocó. Tac, tac, tac. Esperó... Tac, tac. Se encogió de hombros. Tac, tac! La puerta entreabierta se abrió, Pancho opto por asomarse. 

    Las mujeres estaban desnudas en la cama, una con un cuchillo clavado en medio de las tetas. La otra estaba encogida casi a los pies de la primera, parecía como si estuviese dormida, pero no. Tenía la espalda cosida a puñaladas. Toda la cama era carne y sangre. Todo el cuarto tres era un río rojo.

    Del tipo ni pista. Nadie le vio entrar y nadie le vio salir, eso fue lo que le dijimos a la policía.

    A las dos semanas el tipo volvió al hotel. Pagaba 150 a la primera que le llegase. 

   Ni la loca Maruja quiso acompañarle. 

  - Yo no me meto al tres. Demasiado calor en ese cuarto hijo de puta. 

Disfrutamos un paseo por las playas hermosas de esta isla pero ... debíamos regresar, pues en la provincia de Buenos Aires aguardaba mi amigo FELIPE PROTZUKOV. Nace en Berisso, Capital del Inmigrante, Provincia de Buenos Aires, en el cenit del verano de 1925. Y reside en TAPALQUÉ (prov. de BUENOS AIRES). Conoce amigos del arte que lo impulsan a valorar el mundo de las letras. Es incluido en el libro “Berisso, trabajos literarios”, editado por la Comuna de su ciudad natal. Luego se suceden colaboraciones en diarios y revistas literarias. Obtiene premios en certámenes de poesía ilustrada; integra el “Panorama poético bonaerense”, el “Panorama poético argentino” y la antología “1800 poetas argentinos”, tres obras del Fondo Editorial Bonaerense(FEB). Junto a otros poetas, comparte encuentros de poesía que se celebran anualmente en Villa Dolores, Córdoba. Las Termas de Río Hondo en Santiago del Estero y Monte Hermoso, Pcia. Bs. Aires. En 1980 y también bajo el sello de la FEB, publica “Isidro”, historia de un inmigrante extranjero ganado por el abandono, con muy buen éxito de crítica y público. En 1982, edita el poemario “Los Yoes”, una indagación de las virtudes y los defectos humanos. Desde Tapalqué prosigue abonando su creatividad junto a su manera sencilla de vivir, utilizando el ocio útil para volcarlo con plenitud a sus inquietudes literarias y filosóficas, que le permiten seguir creciendo interiormente y entregarnos sus conclusiones a través de la palabra escrita. Hoy nos deja sus poemas. ¡A disfrutarlos!

DESEO

Aun, es de noche...
Larga y enemiga noche.
¡Que negra oscuridad
envuelve mi cuarto!
Solo la cambiante lucecita
del reloj,
va marcando los minutos
de éste insomnio:
Uno, dos, tres.
Presiento sobre mi piel,
la caliente arena de la costa.
Cuatro, cinco, seis...
Sus ojos son celestes,
parecen verdes, azules intensos,
profundos, como el mar.
Quiero zambullirme en sus ojos.
Sus brazos, son de olas.
Sus manos, acarician como el agua.
¡Quiero sacarme ésta arena que me ahoga!
Si pudiera respirar su brisa,
compartir, su orilla virgen,
echar a los vientos la espuma,
herir con mis pasos,
sembrar la nueva huella,
gritar, ese encuentro con gaviotas...

Y sólo abrazo la almohada,
con éste deseo, sin ojos,
sin mar, sin arena
y éste beso ardiente
que en las noches me quema
esperando huérfano
sobre mi boca.


NIETZDCHIANA

Como una marioneta, sin hilos,
respondo cuando miran,
saludan,
desprecian o envidian.

Como una marioneta sin hilos
cuando el día es radiante,
alegre, gris o funesto.

Cuando mi fe delira
en desaliento,
horadando andamiajes
de arenas sin respuestas.
Como Marionetas sin hilos,
galopando,
jinetes del tiempo,
gritan las mentiras de ese YO
que *piensa luego existe*.
Las mentiras de ese YO
con *libre albedrío*,
¡Que nunca nació!
¡Que está vivo y no existe!
Que es una ola de agua,
la vara de un junco,
un soplo de viento,
la caña, un sonido.
Y ese aliento....
que galardonado de humano,
solo aspira
ser Artesano
de sus propias mentiras.


FRENESÍ

De día,
busco una flor
con perfume de mujer;
balanceándose, cadenciosa,
sedienta de brisas,
ansiosa
de profundas bondades,
suplicante
de vientos salvajes
pidiendo ¡mas y mas!
Ese lujurioso movimiento
de roce y espina,
hasta que la tarde
se duerma con el sol.

De noche,
a obscuras,
busco una mujer
con aroma de flor;
¡Sensual!
Con pétalos blancos
iluminando su belleza,
descubriendo sus corolas
sedientas de aguijones,
¡Mas y mas ponzoñosos
hasta que el pistilo
derrame su néctar!
y las sombras
apaguen su último farol.            


Nos despedimos de Felipe luego de haber mateado largamente y emprendimos el retorno. Y aquí estoy esperando vuestras colaboraciones (cuento o poesía) más una minibiografía. Les recuerdo que si quieren consultar números anteriores los encontrarán en la página web. Será hasta la próxima. Un abrazo

CRIS FERNÁNDEZ

1 comentario:

  1. Cris Fernández
    Amei o blog. Parabéns pelo espaço dedicado à poesia. Sou Poetas Del Mundo. Atividade no Rio de Janeiro.
    Um abraço
    Celi Luz

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